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Me enamoré de una sardina y le fui infiel con una fabada

Que Asturias vale más de mil viajes y que Casa Gerardo, restaurante centenario, lo mismo, está de sobra acreditado.

 

Pero yo voy a contar aquí el por qué de ese fabuloso viaje a ese punto del norte, de la España Verde y húmeda donde ya hace cientos de años, cuidaban de sus alimentos en casitas voladoras con pies.

 

Cuantas veces me había planteado ir a Casa Gerardo para conocer esa cocina Asturiana mirada por tres soles y una estrella pero con otras más atisbando de cerca. Esa cocina tradicional de Prendés mezclada con modernidad, sin ser maltratada ni un ápice, respetando su producto y su verdad.

 

Pero como muchas veces pasa, cuando tienes unos días de fiesta, te dedicas a saborear otros placeres que tiene esa rica tierra, sus paisajes, sus ciudades y pueblos, sus playas...y sobre todo su gente.

Así, que por una cosa o por otra, no me pasé por allí. Hasta ahora.

 

Una mañana, como hago habitualmente, me puse a leer el twitter para enterarme un poco de lo que se cocina por las redes.

De repente...algo llamó gratamente mi atención. Marcos Moran, cocinero, 5º generación de Casa Gerardo, publicó dos fotografías. En una de ellas salía un cama de pepino encurtido que había preparado. En la siguiente, yacía una sardina en aquella preciosa cama, brillante, de seda, como pintada parecía dormida. Y me enamoró.

 

Decidí entonces, preparar un viaje, para ir de propio a conquistarla.

 

Después de unos días de sol, esa mañana apareció lloviznando, haciendo que los verdes que rodean la casa,subieran de tono. Era el día perfecto para entrar en ese templo gastronómico.

Nada más entrar me atendieron, guiándome a una mesa pegada a unos ventanales con vistas a esa España Verde. Las gotas de agua jugaban por el cristal y es cuando me di cuenta que esa sardina iba a ser mía. Esto prometía.

 

Enseguida salió Marcos a saludarnos y al poco tiempo se nos unió su padre, Pedro. Tradición y modernidad juntos, un momento y una charla que nunca olvidaré.

 

Pedí el menú degustación y empezó el desfile de platos a cual más sublime. El margarita de manzana de bienvenida, el Óreo Cafecao, las croquetas de copango, la ostra, los salmonetes...

 

Ya sabéis que no me voy a poner a explicar cada plato, no es el estilo #Hombrehappy, cuento emociones y esta procesión de maravillas me emocionó.

 

Y apareció la sardina, la miré, la probé y me enamoró.

Pero... duró poco.

No contaba con la fabada, ni con la crema de arroz con leche, en unos minutos había sido infiel a la sardina, ellas también me habían conquistado.

 

Y en mi humilde opinión creo que ese es el gran éxito. El que te puedas enamorar una y otra vez, de la tradición y de lo contemporáneo, en un mismo lugar, en Casa Gerardo. El que a todos los que por allí pasamos, nos hagan sentirnos como en nuestra casa y a la vez especiales.

 

Gracias a Pedro y Marcos Morán por hacerlo posible. Y gracias a todo el personal, es maravilloso.

Menú y platos, hacer click para ampliar

Momento infidelidad con la fabada, seguro que vuelvo a caer en la tentación

Casa Gerardo

N 43.555009, W -5.766417

‎+43° 33' 18.03", -5° 45' 59.10"

Carretera AS-19, km. 9  (a 9 km de Gijón y 11 km. de Avilés)

33438, Prendes (Asturias, España)

La Dama y el Rey de La Finca

La dama o reina, junto con el rey, son las piezas más importantes del ajedrez. Por su movilidad, la dama, suele ser la más querida por todos, pero sin el rey... no habría juego.

 

En el Restaurante La Finca, de Elche, el binomio Dama (Susi) y Rey (Jose María, su marido) es perfecto.

 

Todo el mundo que me conoce sabe de mi admiración por ellos, por el amor a su trabajo y a su ciudad, y las ganas que tenía de estar allí, en su comedor, sentado, nervioso, esperando sorprenderme.

 

No pude esperar más y este verano fui de propio a conocer su “casa”.

 

El lugar es maravilloso, a las afueras de Elche. Dicen que difícil de encontrar, pero si usas un navegador no tienes pérdida.

 

Nada más llegar a esta preciosa casa de campo, el jardín te envuelve en un ambiente “zen” que es difícil de explicar si no lo vives. Flores, agua, luz, mobiliario... todo me hizo entrar en un trance del que solo desperté al ver a una ayudante de cocina recogiendo flores para el menú. Cautivador.

 

Creo que encontré, el mítico jardín de las hespérides.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Acomodado en mi mesa, con unas vistas preciosas al edén, pedí el menú “provocación”, quería emocionarme y lo consiguieron.

 

20 platos creativos llenos de sabor, color y armonía hacen que quieras parar el tiempo, o como en la película “El día de la marmota”, quieras que mañana sea exactamente igual que hoy.

 

No voy a explicar los platos uno por uno, podéis verlos junto al menú, en las fotos que pongo. Recrearos con sus colores y su presentación pero tendréis que venir a saborearlos in situ, pues sería una burla y bastante complicado con mi escaso vocabulario, querer intentar describirlos.

 

Puedo deciros que entre plato y plato, mientras cerraba los ojos, llegué a sentirme como el Cascanueces en el vals de las flores. Me imaginé bailando con Susi de camino al país de las golosinas y despertando en el deslumbrante banquete. Y así fue!!. Cada uno tendrá sus sensaciones al pasar por allí, y espero me las contéis, eso es lo bonito de encontrar un lugar con sentimiento, con impacto.

 

He de resaltar el mimo con el que se trata en La Finca, los productos de la tierra, Kilómetro Cero, fusionándolos con otros traídos desde más lejos y haciendo que se enamoren en tu paladar.

 

Al terminar de comer me pasaron a la cocina donde disfruté de una charla distendida con ellos. El trato que José María, Susi y todo el equipo tuvieron conmigo, fue excepcional, un trato familiar sin sentirme agobiado en ningún momento.

 

Si son grandes como cocineros, son monumentales como personas.

 

Como su estrella, La Finca de Elche, produce su propia luz y energía que trasmite a los que por allí nos acercamos.

 

No lo dudéis, acercaros y dejaros iluminar.


 


 

Menú "Provocación"

Susi Diaz, embajadora gastronómica de la Comunidat Valenciana.

Muy pronto la veremos en la segunda edición de

Top Chef.

HombreHappy

Divulgador de experiencias,

Rapsoda 2.0

Enamorado de la gastronomía,

1º, 2º, postreadicto, copa y siesta, Amante de la naturaleza y viajante convulsivo en busca de lugares que activen mis 5 sentidos.

Armado de un móvil y un bloc,

solo pretendo expresar aquí, humildemente, mis sentimientos sobre parajes, restaurantes, personas, hoteles, ciudades y pueblos, productos, etc...

En general,todo lo que en algún momento me ha “excitado” y me ha llevado a ser el “HombreHappy”.

No esperéis experiencias negativas en este blog, que las hay, para contarlas, ya están otros.

Simplemente lo que no me guste, no saldrá.

Tampoco esperéis grandes explicaciones de las experiencias,

yo os daré pistas.

Para sentirlas como yo, deberéis probarlas.

Espero ayudaros a encontrar ese lugar para pasar el fin de semana. 

Aconsejaros restaurantes, hoteles, viajes, productos...

O simplemente haceros pasar unos minutos “happys”.

Este blog está pensado para mis amig@s.

Un saludo!!

Posts Antiguos

Marzo: Restaurante De La Calle, Évora, Restaurante La Salita

Abril y mayo: Cruceros, Las Bairetas, Las negras y Franquicias Torreblanca

 Al-qásr, Alquézar... la fortaleza

En el centro geográfico de Huesca, en el somontano de Barbastro, se encuentra la Villa de Alquézar, un pueblo en las faldas de una fortaleza musulmana erigida por Jalaf Ibn Rasid a principios del siglo IX.

Este castillo se construye para impedir el avance de los cristianos, cosa que se consigue hasta el año 1067 en el que es conquistada por Sancho Ramírez, hijo de Ramiro I de Aragón.

Fue tan importante este castillo que daría nombre a la villa, al-qásr, Alquézar, la fortaleza.

 

El color de sus casas y sus atardeceres, la plaza con su puerta gótica que antaño cerraban con el ocaso para protegerse de los peligros de la noche, sus calles llenas de recovecos, sus cuestas y sobre todo sus leyendas, hacen que desde el primer momento que pisas la villa, revivas con la gente de aquel lugar, su pasado medieval.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LA VILLA

 

La leyenda que más me gustó me la contó la guardesa de las llaves de la Colegiata de Santa María La Mayor y decía más o menos así...

 

Un perverso rey moro, que por esos tiempos reinaba lo que hoy es Alquézar, tuvo antojo de la joven más bella de la villa y exigió sus favores amenazando de muerte a los familiares y a la gente del lugar.

La muchacha de largos cabellos y los vecinos se reunieron y trazaron un plan. La joven aceptó ser la amante del rey moro y este preparó una fiesta donde cayeron borrachos todos los guardias de la fortaleza. La doncella esperó en la habitación de su señor y cuando se acercó para abusar de ella, esta le cortó la cabeza con una daga, que había guardado entre sus cabellos, mostrándola por una de las ventanas del castillo.

Aquella era la señal para que los vecinos entraran a degüello al castillo y cogieran desprevenidos a los soldados. Estos, aterrados por lo que hacían los cristianos a los prisioneros moros, vendaron los ojos a sus caballos y se lanzaron con ellos al precipicio que veréis justo debajo de la Colegiata.

Dicen que algunas noches puedes oír los cascos de los caballos y los gritos de los soldados musulmanes recorriendo el rio Vero.

Yo, como buen amante de la nave del misterio, os confirmo que pasar la noche en aquel lugar es mágico como en muchos sitios de Huesca. 

Otra historia que os contarán, y que parece que no es tan leyenda, es la de las niñas Nulilo y Alodia. Hijas de padre musulmán y madre cristiana, cuando murió el padre y por temas de herencia, fueron acusadas y estuvieron cautivas allí antes de ser condenadas a muerte y decapitadas en el año 851.

Se puede ver en la entrada de la colegiata un escudo con las figuras de las niñas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LA COLEGIATA

 

Aún no te has enamorado de Alquézar? 

 

Alquezar es mucho más. Descúbrela!!

Enclavado en el Parque natural de la Sierra y Cañones de Guara todo a su alrededor es maravilloso.

Parque cultural donde puedes visitar pinturas prehistóricas como el ciervo levantino de Chimiachas.

Es uno de los principales refugios de flora y fauna de Europa donde el quebrantahuesos es el protagonista. 

Es naturaleza en estado vivo y que te hacer estar vivo al darte la oportunidad de poder hacer barranquismo, espeleología, escalada, excursiones a pie, a caballo o en bicicleta.

 

Os recomiendo, lo primero, perderos por sus calles y visitar la Colegiata.

Descender por las “escaleras” hasta la cueva del Picamartillo. Una vez allí, daros un paseo hasta la central hidroeléctrica por las pasarelas, imprescindible un baño en las aguas turquesas del rio Vero. Para todas las edades y todos los tamaños. 

Hacer alguna ruta o descenso, siempre con empresas profesionales que encontraréis en el pueblo. Solo o acompañado, con niños o sin ellos, con amigos o con la suegra y el suegro, todos, os lo vais a pasar bomba!!!

Llevar siempre ropa y calzado cómodo, nada de tacones, que nos conocemos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

PASARELAS DEL RIO VERO

 

El deciros que estamos en la ruta del vino de Somontano, en tierra de aceites, dulces y quesos, es daros ya una buena pista de lo bien que vais a comer por esos lares.

Por eso, y por la belleza de los atardeceres y de los paseos nocturnos, os voy a recomendar pasar la noche en alguno de sus hoteles y comer o cenar en sus preciosas terrazas con vistas a...

 

lo que queráis soñar, es lo que apetece al estar allí, soñar... y quizás, oír el trote de los caballos musulmanes escapando despavoridos de una bella mujer.

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